Aparición de una queloides o protuberancia después de un piercing es común, pero no se preocupe, hay soluciones. Descubra en este artículo cómo prevenir estas reacciones y cómo tratarlas.
¿Qué es un queloide?
Un queloide es una reacción excesiva de la piel que se forma mucho tiempo después de la curación inicial del piercing. De hecho, no se forma inmediatamente después del acto del piercing, sino más bien meses o incluso un año después del piercing. Un queloide puede ser rosado, rojo o marrón, y puede picar, así como ser doloroso.
Por otro lado, si aparece un bulto poco después de un piercing, probablemente sea una hipertrofia cicatricial. Estos bultos también son elevados, pero a diferencia de los queloides, generalmente no se extienden más allá de la zona inicialmente afectada. Pueden estar rojos e irritados, pero con el tiempo y los cuidados adecuados, pueden disminuir.
La diferencia entre un queloide y una protuberancia.
A menudo se confunden los queloides y las protuberancias. Mientras que los queloides son cicatrices gruesas, las protuberancias suelen ser más pequeñas, rojas y pueden aparecer alrededor de su piercing u otras áreas piercings.
El término "protuberancia" se refiere a cualquier pequeña masa o bulto en la piel o el tejido que aparece de manera anormal. Puede ser una verruga, un lunar, un pólipo o cualquier otro tipo de bulto o masa. Algunas protuberancias son inofensivas, mientras que otras pueden ser preocupantes o requerir atención médica
¿Por qué es probable que las tengamos?
A pesar de ser un adorno elegante y de moda, los piercings a veces pueden dar lugar a complicaciones. ¿Pero por qué aparecen estas pequeñas protuberancias? Vamos a sumergirnos juntos en las principales razones.
- Traumatismos repetidos: Ya sea al jugar con tu joya, enganchándola accidentalmente con un peine o cambiándola con demasiada frecuencia, los traumatismos repetidos pueden irritar la zona perforada. Esta irritación constante puede estimular la piel a producir más tejido cicatricial, lo que conduce a complicaciones.
- Mala técnica de piercing: Un profesional inexperto o una mala técnica pueden dañar aún más los tejidos, aumentando así el riesgo de complicaciones cicatriciales. Siempre elige un estudio de piercing de buena reputación y profesionales cualificados para tu piercing.
- El sueño: Dormir sobre la oreja justo después de haber recibido un piercing en el cartílago puede ejercer una presión constante sobre la zona recién perforada. Esta presión no solo puede retrasar el proceso de curación, sino también aumentar el riesgo de protuberancias y queloides.
- Reacciones alérgicas: Tu piercing puede ser el culpable. Si eres alérgica al níquel u otros metales, tu piel puede reaccionar desarrollando una protuberancia. Por eso es crucial elegir materiales hipoalergénicos como el titanio ASTM-F136 o el oro de 14 y 18 quilates.
- Infecciones: Si la zona perforada no se limpia correctamente o la joya está contaminada, las bacterias pueden entrar, lo que lleva a una infección. Las infecciones no tratadas o mal gestionadas pueden estimular la formación de queloides.
- Factores genéticos: Como se mencionó anteriormente, si miembros de tu familia ya han tenido queloides, es posible que seas más propensa a desarrollarlos. No es una sentencia de muerte, pero significa que debes ser doblemente cautelosa y prestar atención a los cuidados posteriores al piercing.
¿Cómo prevenir queloides y crecimientos?
La elección del metal: Titanio ASTM-F136 y Oro de 14/18 quilates. La elección del metal de tu piercing es crucial. El titanio de grado implantable ASTM-F136 y el oro de 14 y 18 quilates son opciones superiores. Estos materiales son respetuosos con tu cuerpo, hipoalergénicos y resistentes a la vida!
El titanio ASTM-F136: un metal ideal para tu joya de piercing
El titanio es uno de los metales más utilizados para los piercings en cicatrización. El titanio es uno de los materiales de mayor calidad que puedes poner en tu cuerpo, es hipoalergénico y tiene una pureza de metal que lo hace perfecto para casi todos. Por lo tanto, es la referencia en cuanto a piercings.
Ten en cuenta que solo el grado ASTM-F136 de titanio se considera implantable para tus piercings; algunos proveedores de baja calidad distribuyen diferentes grados de muy baja calidad que contienen níquel.
El oro de 14 y 18 quilates: un metal de alta gama
Las joyas de piercing de oro de 14 quilates combinan elegancia y resistencia. Conocido como "oro 585/1000", el oro de 14 quilates tiene varias ventajas para la fabricación de piercings. Su composición, un 58,5 % de oro puro mezclado con un 41,5 % de otros metales, lo hace duradero y resistente a la vida. Aunque es menos costoso que el oro de 18 quilates debido a su menor contenido de oro puro, el oro de 14 quilates ofrece una gran flexibilidad en cuanto a diseño gracias a su maleabilidad. Sin níquel, es respetuoso con la piel, hipoalergénico y previene inflamaciones e irritaciones.
Por otro lado, el oro de 18 quilates, también conocido como "oro 750/1000", representa un término medio entre pureza, resistencia y belleza. Muy apreciado para las joyas de piercing, se distingue por su alto contenido de oro puro, es decir, un 75 %, lo que le proporciona a la joya un tono de oro profundo. Aunque su calidad premium tiene un precio, encarna la elegancia y la durabilidad.
Los buenos hábitos después de hacerse un piercing.
- Limpieza: Este es el paso más importante. La realización de un nuevo piercing requiere una higiene estricta para evitar cualquier riesgo. Asegúrese de tener todas las herramientas necesarias para una limpieza óptima. Use una gasa estéril, suero fisiológico o una solución salina sin yodo, y jabón antibacteriano para limpiar sus manos de manera efectiva.
- Evite los productos antisépticos y el uso de productos agresivos como el alcohol para la limpieza, y preste atención a los champús que utiliza. Evite tocar y quitar las costras: nuestras manos suelen estar llenas de bacterias. Evite tocar o jugar con su piercing en la oreja, incluso durante la limpieza, para minimizar el riesgo de queloides. Luego, asegúrese de no quitar las costras que aparecen. Es mejor dejar que se caigan por sí solas.
- Precauciones durante el sueño: como se mencionó anteriormente, dormir constantemente sobre el área perforada puede causar presión. Use posiblemente una almohada de viaje para proteger su oreja mientras duerme.
Tener una joya de piercing adecuada.
Elegir un accesorio de piercing adecuado para su oreja, ombligo, etc., es esencial. Asegúrese de que no se mueva en exceso ni esté demasiado apretado para evitar rozaduras. Evite reemplazar este elemento antes de que la cicatrización esté completa.
Cómo cuidar una queloides: Los pasos.
Descubrir una queloides o crecimiento alrededor de su piercing puede ser motivo de preocupación, ¡pero no entre en pánico! Con los métodos adecuados y un poco de paciencia, puede tratar y, en muchos casos, resolver completamente el problema. Aquí están los pasos a seguir para cuidar su piercing:
- Evaluación inicial: Antes de tomar cualquier medida, evalúe la extensión del crecimiento. Si es pequeño y reciente, puede intentar tratamientos caseros. Si es grande, doloroso o persistente, consulte a un profesional.
- Limpieza suave y compresa estéril: Continúe limpiando el área con una solución salina o suero fisiológico. Este método no invasivo ayuda a prevenir infecciones adicionales mientras favorece la curación de la piel alrededor de su piercing. Empape una parte de su compresa estéril con su solución salina o suero fisiológico. Aplíquelo directamente sobre la queloides durante 5 a 10 minutos, dos veces al día. Esto puede ayudar a reducir la hinchazón y calmar el área.
- Evite metales irritantes: Asegúrese de que sus joyas de piercing sean de alta calidad, como las de titanio ASTM-F136 o de Oro 14 y 18 quilates. Los metales de menor calidad pueden empeorar una queloides existente.
- Geles y cremas: Hay geles de silicona y cremas formulados específicamente para tratar queloides. Ayudan a reducir el tamaño de la queloides y mejorar la apariencia de la piel. Consulte a su médico o a su piercer. Siempre siga las instrucciones del producto.
- Consulta médica: Si su queloides no responde a los tratamientos caseros después de unas semanas, es hora de consultar a un dermatólogo o a un profesional del piercing. Pueden ofrecerle soluciones como inyecciones de corticosteroides, crioterapia u otros tratamientos más especializados.
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